Los alimentos inseguros pueden provocar enfermedades graves o prolongadas, hospitalización e incluso la muerte. Diversas bacterias, virus, parásitos y peligros químicos tienen consecuencias potencialmente graves no sólo para la salud humana, sino también para la economía y el medio ambiente.
Se estima que las causas más comunes de las enfermedades transmitidas por los alimentos son los agentes diarreicos.
El más común es el norovirus, seguido del Campylobacter spp. Salmonella spp., Campylobacter spp., Listeria monocytogenes son la causa de la mayoría de las muertes. Todo ello apunta a la necesidad de reforzar la prevención, la vigilancia y la gestión de las enfermedades transmitidas por los alimentos, incluyendo la comunicación de riesgos, la concienciación y la educación de los consumidores.
Si bien existe el perjuicio creado al consumidor, para la empresa el impacto económico de la falta de seguridad alimentaria es igualmente importante. La mayoría de las veces, el retraso en la identificación del problema, su origen y la trazabilidad incompleta de los lotes corruptos da lugar a la retirada masiva de productos y a un fuerte impacto negativo en la marca.
Para mitigar estos efectos económicos negativos, proponemos una serie de kits que pueden utilizarse fácilmente en los laboratorios de control interno de las empresas o en laboratorios de terceros, reduciendo el tiempo necesario para los controles y la liberación de los lotes producidos.
Para completar el control de las cadenas de producción y evitar los fraudes en las materias primas, los productos semiacabados o acabados, existe una selección de kits dedicados al control genético de las especies de carne, pescado, leche y derivados.