No se puede pensar en la salud humana sin conectarla con el mundo animal. Más de 200 millones de animales viven en 75 millones de hogares sólo en Europa. De estos 130 millones son perros y gatos. El intenso contacto entre los propietarios y los animales puede ser el origen de enfermedades (llamadas “zoonosis”) a veces incluso mortales para los seres humanos: Leishmaniosis, Equinocosis, Leptorospirosis, Rabia son sólo algunos ejemplos, también en la cría de animales, hay patógenos que representan un problema potencial para los humanos y las granjas.
Los posibles efectos de un caso de contaminación de la producción agroalimentaria pueden ser desastrosos, con graves pérdidas económicas y riesgos para la salud de los seres humanos. Por lo tanto, para proteger la salud humana es necesario garantizar la salud de los animales que viven con nosotros, así como asegurar la salud de las cadenas de producción ganadera. La prevención, la vigilancia y el seguimiento de los patógenos de origen animal son un requisito previo para evitar los riesgos para la salud humana, ya que la mayoría de las patologías modernas tienen su origen en el contacto con animales o se transmiten a través de alimentos.
La OIE, Organización Mundial de Sanidad Animal, pide cada vez más resoluciones recientes el uso de pruebas sencillas, rápidas y, si es posible, sobre el terreno, capaces de prevenir y controlar los patógenos. En línea con esta petición, producimos y ofrecemos pruebas de diagnóstico capaces de identificar los patógenos que causan enfermedades infecciosas en animales domésticos y de granja.
Nuestro sistema es ahora utilizado por varios laboratorios públicos y privados como un aliado diario del operador del laboratorio de diagnóstico. Ha demostrado ser un instrumento de laboratorio eficaz para detectar aquellos patógenos que son difíciles de aislar y/o identificar con los métodos tradicionales. Su pequeño tamaño y fácil transporte permiten su posible uso también en el ámbito.