La vitamina D es esencial en la regulación de la homeostasis del calcio y del metabolismo óseo. Una deficiencia de esta vitamina provoca una disminución del nivel de calcio y alteraciones en la mineralización ósea. Los síntomas asociados son raquitismo (niños) y osteoporosis (adultos). Los pacientes con deficiencia de vitamina D muestran un aumento en la excreción de los enlaces cruzados de colágeno, lo cual es indicativo de un proceso de reabsorción ósea.