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Las técnicas de laboratorio utilizan regularmente disolventes anhidros, especialmente en análisis y síntesis. Pero purificarlos y dispensarlos trae muchas dificultades.
Para satisfacer esta necesidad, hemos llevado más allá el concepto de alta pureza de nuestros famosos disolventes de súper pureza ROMIL-SpS™ Una gama de disolventes especialmente secados con niveles de agua tan bajos que superan incluso las llamadas ofertas anhidras de los rivales. En general, los disolventes anhidros ROMIL Hi-Dry® se producen especialmente con una especificación de agua de menos de 50 ppm (<0,0050%). Sin embargo, muchos disolventes van mucho más allá y se producen rutinariamente a menos de 5 ppm (<0.0005%). El contenido de agua en sí mismo está estrictamente controlado por el análisis coulométrico de Karl Fischer.
Los disolventes tan secos necesitan un sistema de envasado diseñado para garantizar que el estado excepcional de sequedad alcanzado en el momento de la purificación se mantenga durante todo el almacenamiento y el uso. Antes de llenar, primero secamos al horno las botellas de vidrio ámbar para eliminar todo rastro de agua que pueda estar presente en las paredes interiores. A niveles tan bajos, incluso este rastro de humedad es perceptible. A continuación, las botellas se llenan bajo una atmósfera inerte de nitrógeno seco para evitar la acumulación de humedad y se sellan con una tapa especial.
Especialmente diseñada para retener la sequedad y pureza del disolvente y para facilitar la dispensación, la tapa Hi-Dry® cuenta con un doble sello, una tira de PTFE y un tabique autosellante. La tira de PTFE se coloca entre el disolvente y el tabique, manteniendo así la pureza química original y dando una vida útil más larga antes del uso inicial.
El tabique autosellante permite dispensar el disolvente con una jeringa en el punto de uso. Alternativamente, como la tapa misma está atornillada, también se puede abrir de forma convencional. Sin embargo, es importante señalar que una vez en contacto con la atmósfera, la calidad del producto puede deteriorarse dependiendo de la naturaleza higroscópica del disolvente.
Para superar esto, recomendamos que las operaciones de dispensación se lleven a cabo bajo nitrógeno seco, ya sea en un armario seco o con una presión positiva del gas dentro de la botella. Por razones de seguridad, esta operación no debe superar los 0,3 bar (0,31 kg/cm²) y sólo debe ser realizada por personal formado en estas técnicas y con el equipo de seguridad adecuado.
Elija el envase más adecuado para su aplicación entre una amplia gama de tamaños, desde 100 ml hasta 2½LT. El embalaje a granel está disponible en forma de frascos de acero inoxidable ROMIL LiQuiSure™
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